
En una medida desesperada por ampliar el margen que tienen para equivocarse en sus selecciones anuales, los miembros del HAMPA, perdón, de AMPAS han duplicado el número de nominados a Mejor Película. La última ocasión en la que se nominó a más de cinco producciones fue en 1943, cuando Casablanca venció en una terna de diez.
Y no es que estén duplicando los nominados para que las cintas de Almodóvar, Haneke y von Trier quepan este año.
El rechazo a The Dark Knight el año pasado generó presión mediática e indiferencia masiva al formato de la premiación. Basta con ver los pésimos ratings de la ceremonia pasada. No se trata del primer caso de snub controversial en la década (Cold Mountain, Dreamgirls...), pero sí quizá el más intenso. Ampliar a diez el número de nominados busca evitar este tipo de incidentes y darle más razones a la gente para ver el show (¡wow, Transformers 2 está nominado!).
Por ahora comienzo a preocuparme más por predecir qué no va a ser nominado el próximo enero. Imagino que se verá así:
- Shutter Island (Martin Scorsese)
- Invictus (Clint Eastwood)
- Nine (Rob Marshall)
- Push (Lee Daniels)
- Avatar (James Cameron)
- Green Zone (Paul Greengrass)*
- Bright Star (Jane Campion)
- Up (Pete Docter)
- The Lovely Bones (Peter Jackson)
- Das Weisse Band (Michael Haneke)
- Public Enemies (Michael Mann)
- Inglorious Basterds (Quentin Tarantino)
- An Education (Lone Scherfig)
- Tree of life (Terrence Malick)*
- The Road (Jill Hilcoat)