lunes, 30 de junio de 2008

Don Ángel Tavira (1924-2008)



El músico y actor Ángel Tavira, ganador del premio a Mejor Actor por El Violín en Un Certain Regard 2005 y de (los igualmente prestigiosos) premios de la Asociación de Críticos en Línea de México 2007, falleció este 30 de junio a los 83 años debido a insuficiencias renales. La interpretación del ya octagenario violinista en la cinta de Francisco Vargas demostró que la edad no es límite para un (sólido) debut actoral. Es él el punto más inspirador de la cinta y un ejemplo del cine nacional de la década. Gracias, Don Ángel.

sábado, 21 de junio de 2008

victorias vintage, dos.

Un mes más tarde, estoy de vuelta. Había salido de vacaciones, y de la manera más random decidí meter materias de verano. Resultaron no estar tan light y veraniegas como me habría gustado. Adicionalmente, una mudanza temporal y muchos pendientes relacionados se me han cruzado, y no he podido dedicarle el tiempo que quisiera al blogueo. Pero aquí estoy de regreso, rindiendo homenaje a cinco mujeres que me cautivaron por sus interpretaciones en cintas de 2007; excelente año para la categoría, siguiendo el calendario internacional. Si bien mi top 5 está muy sólido, destaco un par de interpretaciones que merecen mención: la debutante argentina Inés mejorqueZach Efron por XXY, y la carismática Helena Bonham Carter por Sweeney Todd. Aclaro, de la misma forma, que Julianne Moore y Savage Grace son elegibles para 2008, mientras Carice van Houten y Zwartboek (La Lista Negra) corresponden a 2006. Es un relajo, ya sé. Ahora, las niminadas son:


...y no me hagan escoger una ganadora. Me trabo horrible.




Anamaria Marinca interpreta a Otilia, el personaje principal de la ganadora de la Palma de Oro 4 luni, 3 saptamâni si 2 zile (4 meses, 3 semanas y 2 días) de Christian Mungiu. La interpretación de la rumana no podía ser más adecuada para el tono crudo y natural del aclamado drama. Marinca encarna a una joven rumana que asiste a una amiga en un aborto ilegal. La química entre protagónica y secundaria (Marinca y Vasiliu) es un pilar del éxito de la obra.

Aleksander Sokurov es sin duda uno de los mejores realizadores en activo. Su cuasihomónima Aleksandra es una fábula antibélica en la que se confrontan precisamente la guerra contra la figura del individuo, del humano. Galina Vishnevskaya representa esa contraparte, la abuela que sin miedo se instala en un campamento militar y muestra sin moralismos baratos la estupidez de la guerra. La interpretación no puede ser más conmovedora y potente a la vez.

Aunque muchos insistan en una supuesta debacle, Nicole Kidman no para de hacer trabajo de primer nivel. Sus intentos de hacer cine comercial no han sido lo que se esperaba (La Invasión y La Brújula Dorada en 2007); y de la misma forma su esfuerzo serio del año anterior, Margot at the Wedding (Margot y la Boda), fue, inmerecidamente, una decepción crítica y comercial. El papel de Kidman, agresivo y repugnante, era una tarea actoral bastante difícil que la Kidman domina con una maestría innegable.

Nunca he sido fan de las interpretaciones biográficas, sobre todo tratándose de personajes de los que existe footage videográfico, pues se convierte en un papel de imitación. Pero lo de Marion Cotillard como Edith Piaf en La Môme (La Vida en Rosa) no se puede ignorar. No solamente por la multifacética actuación y el impecable lypsinching, sino por rescatar de la mediocre dirección de la película y lanzarla al éxito mundial. Una razón más para mi galofilia, que en este caso comenzó desde su enigmático papel en Un long dimanche de fiançailles (Amor Eterno) en 2004.

Completando la terna, la revelación china Tang Wei y su cautivador rol en Se Jie (Lujuria y Traición), de Ang Lee, quién venía de pulir un protagónico memorable, el de Heath Ledger en Brokeback Mountain. Ahora, una actriz interpretando a una impostora. Sensual y cautivadora, Tang Wei construye a una mujer confundida entre lo político y lo sentimental.

En una forzadísima decisión, elegiría como ganadora a la rumana Anamaria Marinca por lograr ese sutil balance entre una interpretación fuerte pero no gandalla. Natural, acertada, parsimónica. Un título un tanto protocolario, pues no le pongo peros a ninguna de estas interpretaciones.