miércoles, 21 de mayo de 2008

Mexicannes: inician los reconocimientos.



Cannes 2008 va a la mitad, y la presencia mexicana se comienza a notar. Recordemos que si bien son muchas las producciones nacionales a exhibirse, son pocas las que están en competencia y por tanto aspiran a un premio.

Iniciamos con Los Bastardos, de Amat Escalante, carta mexicana más fuerte para el festival. Esta historia de migración y crimen fue aplaudida durante casi cinco minutos, y se perfila como contendiente a algún reconocimiento dentro de Un Certain Regard.

Hoy miércoles 21 se proyecta Lake Tahoe, de Fernando Eimbcke, en el marco de la Semana de la Crítica (Proyección Especial - fuera de competencia). FIPRESCI reconoció a la cinta mexicana como la revelación del año, razón por la cual se proyecta.

Sin embargo, no fue un largometraje el que dio a México su primer (y esperemos, no el único) galardón en Cannes 2008. El largometraje Historia de un letrero, del tamaulipeco Alonso Álvarez, fue reconocido con el premio Special Cannes 2008, dentro de la sección Short Film Corner. Cabe destacar que compitió ante casi dos mil cortos, y que el voto fue público vía internet y youtube; lo cual explica como un cortometraje tan cursi pudo ganar el reconocimiento. Aunque personalmente lo encuentro limitado, es alentador que haya triunfado entre una audiencia tan diversa como la debió haber sido la de los votantes online. Con ustedes, Historia de un Letrero.

jueves, 15 de mayo de 2008

victorias vintage, uno.

...por fin de regreso. El fin de semestre fue muy pesado y debí alejarme del blog. Estoy de regreso con una nueva sección, victorias vintage, una revisión de los que considero los mayores logros, en una base anual (según el calendario internacional de estrenos), en distintas áreas de la cinematografía. Inicio con una de las ternas más fuertes de la década, la de música original en 2004. Los cinco candidatos compusieron partituras excelentes y no fue fácil elegir los nominados y mucho menos al ganador. Los notables trabajos que se quedaron a la orilla de una nominación fueron James Newton Howard por The Village (La Aldea) y más dolorosamente el de todas formas nominado Shigeru Umebayashi por Shi mian mai fu (La Casa de los Cuchillos).



2046 es una cinta notable en cualquier aspecto. La música no es excepción, y uno de los mejores compositores de la década, Shigeru Umebayashi, compone un tema principal memorable y con algunas colaboraciones de Michael Galasso, un majestuoso trabajo que enriquece los juegos temporales y estilísticos de la obra de Wong Kar Wai.
Mejor pieza: 2046.



Si hay alguien que disputa a Umebayashi el título de compositor de la década es el francés Alexandre Desplat. Birth (Reencarnación) es su trabajo más destacado, y a la vez una de las mejores composiciones fílmicas de la década. La elegancia del trabajo de Desplat es sorprendentemente efectivo tratándose de un turbio drama de misterio como este film de Glazer.
Mejor pieza: The Engagement.


El multipremiado Gustavo Santaolalla inició su trayectoria de triunfos con el BAFTA obtenido con Diarios de Motocicleta, junto con Brokeback Mountain, su mejor trabajo hasta la fecha. Con un notorio estilo sudamericano, el argentino musicaliza el crudo viaje del joven Ché por el Cono Sur.
Mejor pieza: Apertura.


Solo Mark Mothersbaugh puede capturar la impecable sátira y el ecléctico manejo visual de Wes Anderson. La música original de The Life Aquatic with Steve Zissou (Vida Acuática con Steve Zissou) es el mejor ejemplo de la mancuerna hasta hoy. La música divierte, enternece y transporta a la mágica visión de Wes Anderson.
Mejor pieza: Let me tell you about my boat.


Alberto Iglesias se ha convertido en uno de los nuevos compostitores más populares a nivel mundial, pero sin duda sus mejores composiciones las ha hecho en su natal España. En particular, su aportación a La Mala Educación, de Pedro Almodóvar, al más puro estilo film noir. La indescansable intensidad de la cinta se le debe en gran parte al promisorio músico.
Mejor pieza: Los Cocodrilos Hambrientos.


En un excelente año para las partituras, plagado de career-bests, elegiría la impecable composición de Alexandre Desplat para Birth, seguido de manera muy cercana por Shigeru Umebayashi y 2046. Un año memorable.